domingo, agosto 11, 2013

   En una noche calurosa como marca el calendario (San Lorenzo), no tuvimos que esperar a la madrugada para ver pasar las perseidas, popularmente conocidas como las Lágrimas de San Lorenzo, que en realidad son una lluvia de meteoros que cruzan el firmamento. 
   La Morenita nos concedió la gracia de contemplar su imagen, como esa estrella que en vez de cruzar fugazmente se detiene en nuestras vidas, como si de una celestial mensajera portadora de una oculta señal se tratase, para los que esten dispuestos a descifrarla.